lunes, 28 de julio de 2014

La Inseguridad

LA INSEGURIDAD EN COLOMBIA

Pocos países ilustran de manera tan precisa la naturaleza radicalmente cambiante del panorama de seguridad de la posguerra fría como lo hace Colombia. Siendo un microcosmos de la compleja situación de seguridad interna, externa multitematica y que involucra a múltiples actores que el mundo enfrenta hoy.
Colombia es un caso de prueba para explorar las numerosas dimensiones del problema de la seguridad.

En el contexto del orden internacional y la gobernabilidad, la crisis colombiana pone de relieve dos de los aspectos más sobresalientes de las nuevas formas de violencia e inseguridad global que han reemplazo la competencia de los superpoderes: los estados débiles y la compleja interacción entre la seguridad doméstica y la internacional

Al igual que en otras partes de Latino américa, los términos de la problemática de seguridad en Colombia han cambiado dramáticamente desde el fin de la guerra fría.
El ensanchamiento del constructivo de la seguridad para incluir individuos y grupos transnacionales subnacionales más grandes como referentes de seguridad, así como dimensiones no militares de seguridad y amenazas a la misma y establecer un contexto global para el suministro de seguridad, ha resultado en una nueva conceptualización que es tan significativa como compleja.


"El dilema actual de Colombia parece ejemplificar esta naturaleza multidimensional de la Inestabilidad y la Inseguridad".


En el primer semestre de 2013, los grupos armados ilegales atacaron a la Fuerza Pública en 131 ocasiones. En comparación con el primer semestre del año anterior se registró un descenso del 20 por ciento, con 33 casos menos. No obstante, en comparación con el primer semestre de 2008 los ataques contra la Fuerza Pública muestran un crecimiento del 68 por ciento, al pasar de 78 acciones hace cinco años a 131.
Según el Balance de seguridad nacional primer semestre 2013, la emboscada (con el 54 por ciento de los casos) fue la modalidad más utilizada por los grupos ilegales para atacar a la Fuerza Pública. Le siguen los hostigamientos tanto a unidades móviles como fijas, con el 32 por ciento de los casos; los ataques a instalaciones de la Policía, con el 12 por ciento, y los ataques contra instalaciones de las Fuerzas Militares, con el dos por ciento.


En Colombia la situación de seguridad en los aspectos más claves estaría mostrando un constante deterioro, y aunque en algunos casos los indicadores señalan que varias conductas delincuenciales marcan un retroceso, el panorama es peor que hace cuatro o cinco años.

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